GAIA, LA PACHAMAMA, YEMAYA,
EN FIN… NUESTRO HOGAR, VIVO E INTELIGENTE
Por Paula Parra*
D
|
esde el siglo
VI antes de cristo, ya filósofos y pensadores se pronunciaban sobre su visión
de la tierra, es así como Hipócrates y Pitágoras promovían para ese entonces
que “la tierra era un ser íntegro, vivo e
inteligente”. Fueron muchos los científicos y estudiosos que creían que la
madre tierra era un ser vivo, pero las limitaciones para demostrarlo dieron al
traste con sus planteamientos.
La manera de ver la tierra ha
enfrentado a muchos expertos de diversas materias, pero el pronunciamiento del
británico químico James Lovelock y la bióloga estadounidense Lynn Margulis
sentaron las bases para una teoría que rompe con la visión parcelada que se
tiene de la tierra; no se trata ya de ver sus ciclos de manera aislada, sino
que todos ellos vienen a formar parte de un gran todo, interdependientes y que
de forma conjunta regulan los subsistemas y la homeostasis terrestre. El agua y
su ciclo, el suelo y su complejidad química están íntimamente unidos y su
relación recíproca con cada vegetal que esta sobre su superficie y que a su vez
tiene una codependencia con los otros seres vivos; seres humanos, animales herbívoros
y carnívoros, insectos y reptiles y todo lo que ese ecosistema en particular
contenga. Así mismo, esta biota como la abiota se autorregulan interaccionando
en un vaivén articulado que no deja nada al azar, una red con sus implicaciones
sistémicas donde están implícitas la conducta económica- política y social de
los seres humanos. Es precisamente sobre el comportamiento social del ser
humano en el que se quiere hacer hincapié en este artículo, puesto que es un
llamado desesperado a la conciencia y a tornarnos sin pérdida ninguna de tiempo
en defensores de nuestro hogar, en ambientalistas practicantes y asiduos de
este gran movimiento por retornar a lo natural, a una vida de desprendimiento
de materiales inútiles, cuyo consumo alocado y desmedido producto del
capitalismo agota voraz y rápidamente los recursos de nuestra madre tierra.
La conducta capitalista ha provocado
un recalentamiento global, y le llamo de ese modo porque ya había un
calentamiento global, uno natural o efecto invernadero; pero ahora hay un
sobrecalentamiento debido a las emisiones exageradas de combustibles fósiles,
aumento de la población, tala de bosques y acumulación por desechos orgánicos
del metano (CH4), así como la perdida de biodiversidad producto de
la contaminación de los océanos, las cuencas hidrográficas de agua dulce, la
sobrepesca, extracción brutal y exagerada de especies animales y vegetales. El
ser humano se ha trazado una carrera suicida de consumo. Y no es que nuestro
planeta no de para todos porque si da para todos, pero sus frutos y riquezas
solo esta disponible para pocos, mientras la mayoría carece de ellos; esta
regla de Paretto es parte del “capitalismo,
el causante de los males que esta sufriendo mi pueblo” (Alí Primera)
Por otra parte, en Venezuela al igual
que en la mayoría de los países del mundo se viene moviendo ya desde hace mucho
tiempo una actitud y un despertar de la conciencia ambientalista, el mismo
comandante Hugo Chávez se dió cuenta de la importancia de esto y en su 5º línea
señala la necesidad de salvar al planeta como una meta de todos y todas.
*EFAEC -“ALI PRIMERA”
Nota:
este texto ha sido respaldado con información del libro de 5º año, tomo 2,
Ciencias Naturales de la Colección Bicentenaria
No hay comentarios.:
Publicar un comentario